¿Playa o campo? Si me hubieran hecho esta pregunta hace algunos años no hubiera tardado ni un parpadeo en contestarla: he vivido casi toda mi infancia y adolescencia a un paso (literal) del mar. 25 km de playa que eran nuestros y sólo nuestros durante 10 meses al año. Atardeceres y amaneceres que el mismísimo Monet hubiera soñado pintar, arena fina bajo los pies en vez de asfalto, conchas de todos los tamaños para coleccionar y ese olor a sal, bendito olor a sal, a mar. ..
Pero hoy tendría el corazón muy dividido… ¡¡y es que el campo cada día me gusta más!! Las flores, los pequeños huertos, las casas enormes de piedra y madera -empapeladas por dentro, repletas de hiedra y buganvilla por fuera-, chimeneas que presiden cualquier estancia, hortensias de todos los colores, mermeladas caseras, pan recién hecho, paseos y más paseos …. por eso me gusta tanto el Norte, tan verde y tan azul a la vez. Así que me he puesto a fichar modelajes que me recuerden a campo, a margaritas, a paisajes que pintan toda la gama de verdes, al único sonido de pájaros o el crujir de leña y las páginas de un libro. Aunque como dice la canción “todos necesitamos un poco de Sur, para poder ver el Norte…” Leer +